La rehabilitación del castillo, que arrancará a principios de 2019, permitirá averiguar si su principal vestigio tenía una cuarta pared o si ha contado siempre con solo tres muros, lo que se tendrá en cuenta en las obras

La rehabilitación del castillo de Xixona que se va a llevar a cabo en unos meses no solo va a suponer la primera intervención de envergadura en 40 años en una de las fortalezas más importantes de la provincia por su historia y ubicación. Sino que además se espera que desentrañe algunos de sus secretos, entre ellos cómo era realmente la Torre Grossa, principal icono de este bastión.

Esta semana Antoni Such, director general de Administración Local de la Generalitat, ha visitado Xixona para conocer los detalles de un proyecto que la administración autonómica financia en un 50%, con 331.000 euros de los fondos europeos Feder. Y durante este acto, al que también acudió la alcaldesa Isabel López (PSOE) y el redactor del proyecto, el arquitecto alicantino Santiago Varela, anunciaron que la actuación incluye un estudio arqueológico previo que se espera permita aclarar si la Torre Grossa siempre ha tenido solo tres paredes, que es la estructura que ha llegado hasta nuestros tiempos, o bien en sus inicios tenía un cuarto muro que cerraba la atalaya, que se tendrá en cuenta en su rehabilitación para recuperar su configuración original. 

Antes de acometer la rehabilitación, se realizará este estudio, con catas, desbroce y limpieza, sobre todo en la Alcazaba y la Torre Grossa, que se espera aporten más información y permitan sacar a la luz más secretos de esta fortaleza del siglo XIII. El Ayuntamiento está preparando el pliego de condiciones para sacar a adjudicación la rehabilitación, tras aprobar el pasado verano la Generalitat la concesión de esta subvención. Aunque inicialmente la convocatoria de las ayudas era para acometer las actuaciones subvencionadas entre dos ejercicios, 2018 y 2019, finalmente la Generalitat ha resuelto que las obras se ejecuten solo en 2019, y que deban estar terminadas a finales de diciembre del próximo año.

Por ello, la reforma se espera que arranque a principios de año, con un plazo de ejecución de seis meses y con la obligación de que acabe antes de que termine 2019. Del mismo modo el Consistorio está a la espera de la autorización de la Conselleria de Cultura para poder intervenir en este Bien de Interés Cultura (BIC), aunque desde la Dirección Territorial ya se ha dado el visto bueno. Una vez licitada la obra, la adjudicataria tendrá que realizar primero el estudio arqueológico previo a acometer la reforma.

Avanzado deterioro

Este castillo fue un elemento clave en la defensa del Reino de Valencia, pero no se ha realizado ninguna intervención desde los años 70 del pasado siglo y presenta un avanzado deterioro. Según explicó la alcaldesa, la actuación que se va acometer es absolutamente respetuosa con los restos que quedan, de forma que se recupera patrimonio y un recurso turístico que dinamiza la economía. La obra contempla utilizar materiales diferentes que permitan la identificación entre los trabajos de reconstrucción y restauración y la base original, siguiendo las normas que se siguen en los últimos años a la hora de recuperar patrimonio.

Escalera

En el caso de la Torre Grossa, solo se conservan tres caras, y se desconoce si llegó a contar con una cuarta, ya que hay en la provincia ejemplos de ambas variantes de estas estructuras defensivas, según apuntó Varela. En el caso de que se confirme que existió una cuarta cara, se contempla la consolidación de los tres muros y la reconstrucción del que falta. Así mismo, en el muro de poniente se abrirá un acceso al interior y un hueco para iluminar el interior a la altura del pavimento del antiguo piso superior, al que se podrá visitar gracias a una escalera metálica situada en la parte exterior de la torre.

Además, en el interior se realizará una pasarela a modo de balcón elevado y se retirará la obra realizada en los años 70 para consolidar la torre, y que no se ajusta a su aspecto original.

Las otras tres torres

En el caso de la alcazaba, Varela destacó que «está muy deteriorada». Las actuaciones consistirán, por un lado, en desescombrar y excavar con técnicas arqueológicas para poder realizar un recrecido de los muros perimetrales del recinto y, por otro, en el establecimiento de las tres torres que existían originariamente, marcando la importancia de la Torre del Homenaje, situada en la posición central y de mayor altura. También se colocarán defensas de protección que insinúan el trazado de las murallas y evitarán riesgos a los visitantes.

En el cuerpo de la Torre del Homenaje se colocará una escalera de caracol que permitirá ascender a la plataforma superior desde donde se podrá contemplar el recinto amurallado y el paisaje que lo rodea. De la misma manera y aprovechando las sendas peatonales, el proyecto contempla su tratamiento mediante la instalación de plataformas que facilitarán el tránsito peatonal de manera segura y sin dañar las laderas. Todo para poner en valor este enclave olvidado que fue vital hace 700 años para la defensa del Reino de Valencia.

Fuente: Información